Se que estás sentado en la mesa de negociación frente a gentes que afirman poseer mucha información y manejan ciertos, (pocos en realidad), resortes de poder. Se que te están abrumando con datos muchos de ellos inciertos. Sé que te intentan junto con la prensa de derechas y centro-derechas, pues no hay otra, anonadar diciéndote que la economía española depende de que aceptes las “reformas”. Sé que ponen en tus manos la supervivencia del estado del bienestar o lo que queda de él, y de lo poco que se pueda conservar del mismo tras la ofensiva exitosa de los mercados, es decir de la Banca.
Pero también se que estás ahí sentado solo y preocupado, tras haberse hundido este tinglado gracias al casino financiero, la burbuja financiera y la burbuja inmobiliaria, que tan grandes beneficios le produjo a los banqueros y que ahora que ellos tienen incertidumbres y pérdidas en lugar de apretarles las clavijas a quienes son los únicos culpables, te las aprietan a ti. Cuando te aprieten recuerda a gente de tu barrio que ya no tiene subsidio de paro alguno y comen de la pensión de la suegra. Acuérdate de tu sobrina con 28 años, licenciada en Literatura y que no tiene trabajo, pues tras tres meses de cajera en un supermercado la han despedido, es decir, con veintiocho años insisto, solo tiene tres meses cotizados, mientras tú a su edad tenías ya diez años de cotización.
Recuerda las huelgas que tuviste que organizar para conseguir lo que ahora te piden aceptes “reformar” renunciando a ello por el bien de España, es decir de la Banca, nacional e internacional. Recuerda las veces que tuviste que pasar por comisaría por exigir un convenio justo.
Pero sobre todo, RECUERDA que no estás solo. Es cierto que los Sindicatos, entre otras tareas negocian y deben negociar, pero hay cosas en las que no pueden ceder, menos en lo que es ir marcha atrás.
Cierto que hay mucha gente con miedo. Cierto que el derecho de Huelga ya no es real, pues la precariedad laboral que el neo-liberalismo ha implantado solo permite hacer huelgas en grandes factorías o en la administración. Pero cierto es que hay muchas y muchos trabajadores inseguros, con una rabia que no saben como expresar, pero que necesitan de la resistencia de gentes como tú y de otras muchas que sin estar en la mesa estamos en la resistencia y en la esperanza de cambiar el mundo a mejor.
Hay muchos argumentos que rebaten lo que te dicen e insinúan. Es más difícil no rendirse, lo sabemos, pero tú tienes responsabilidades ante las clases populares y no ante los mercados, porqué si la voluntad real de los mercados se implantase tú estarías otra vez en la clandestinidad.
Ahora vivimos una nueva dictadura, la de la Banca. La soberanía popular está en peligro y hay que defender otra vez la democracia frente a los mercados. Por eso aunque te agobien y amenacen con cortarte las subvenciones y que tengas que despedir a los y las liberadas, aguanta. Cuando se volvieron a levantar los sindicatos no había profesionales del sindicalismo y estaban los que estaban, es decir no había trepas ni maltrabajas.
Que miedo puedes tener si cumples con tu cometido de defender los logros laborales y las anteriores victorias sociales, que entre muchas y muchos arrancamos incluso a una dictadura entonces política.
Hay personas que le están haciendo un gran daño a la izquierda. No te dejes pues enredar en esa operación que prefiero pensar que de forma inconsciente, pero diseñada desde fuera, está tratando no solo de implantar un plan tipo FMI, que nos llevará a la ruina, sino de paso desprestigiando las ideas por las que tanta gente luchó.
Somos la única esperanza de mejora y avance. Enfrentémonos pues a la dictadura de los mercados, a las políticas neoliberales y sobre todo a la resignación de que esto solo lo arregla la derecha.
La derecha está desgastando y desangrando a la izquierda, a los sindicatos, a los movimientos sociales, sin mancharse las manos, y si no ¿por qué todos los medios de comunicación incluidos los públicos, están censurando lo que está ocurriendo en Murcia? En Murcia hay una auténtica movilización social, una revuelta pacifica y social con un enorme apoyo popular. Esto demuestra que la gente sale a la calle, si es capaz de ver las agresiones que sufre.
Carlos Martínez – Presidente de ATTAC España
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