El mundo está inmerso en una extraña ebullición. El poder del dinero rompe el llamado estado del bienestar, la razón que mantiene posible la confianza en el capitalismo, erosionando con ello la rutina pasiva y consumidora de los serviles ciudadanos del primer mundo al tiempo que sus gobiernos acatan dóciles los dictados de los depredadores neocom. Crisis. Islandia apuesta por la democracia directa y se aparta del modelo, cargando los costes sobre los bancos, los verdaderos responsables. En otras partes del mundo menos 'democráticas y desarrolladas' optan por las revueltas juveniles para liberarse de sus dictadores homologados por occidente. Manifestaciones, palos y carreras, enfrentamientos con el ejército, heridos, concentraciones, muertos, represalias... No en todas partes se conforman con verlo por la tele.
Bienaventurado el que nada espera, porque nunca sufrirá desengaños.
Alexander Pope dixit.
0 comentarios:
Publicar un comentario